No es por presumirle pero tuve la peor noche de mi vida, soñé que me descuartizaban, que fragmentaban mi ser en miles de piezas. No, espere, no hubo sangre, no hubo pedazos de carne inerte ni nervios u órganos internos expuestos, no, no hubo sangre. Fragmentaban mi esencia, mi yo, mi cordura. Me sacaban del uno perfecto que me dio la creación, jugaban con mi intelecto hasta pulverizarlo, manipulaban mi razón hasta dejarla inservible, me hacían parte del show, un show lúgubre de humanos sin consciencia. No, espere, no fue un sueño...